Es la más meridional de las Cinco Villas. Muy bien comunicada ocupa el segundo lugar comarcal a nivel demográfico. Su proximidad a la rivera del Ebro influye en su aspecto que cambia la piedra por el ladrillo. Así, su máximo atractivo reside en la grandiosa torre mudéjar de Santa María. En la cima de un cercano monte se eleva el Santuario de Sancho Abarca.

A lo largo de su historia, la agricultura y la ganadería han regido la vida de Tauste. Hoy esta villa también constituye una importante área de servicios y compite con la vecina Ejea dada la potencia de sus industrias agroalimentarias.